Tarde oscura en un paisaje ajeno. Almas desnudas intentando curar errores de otros. La ansiedad, el miedo y los nervios hicieron el silencio. Consuelo es pensar que era amor. Es amor.
Sangre hirviendo, ídolos de barro temblando y derrumbándose. Paredes estrelladas en un valle azul, únicas oyentes de esa dulce y dolorosa melodía. Sequedad y un río desbordante al mismo tiempo, causas contradicción y tus ojos lo iluminaron todo (en mí). Y un día, cuando lejos, recordará ese Mayo y el otoño te traerá otra vez, una vez más, como siempre y para hacerla sonreír.
La conociste diamante.
No hay comentarios:
Publicar un comentario