Buenas tardes y hasta luego.

Hablemos de las relaciones a distancia. Me explico mejor; ¿nunca les paso de que conocen a una persona por internet y se hacen muy amigos? Hombre, mujer, whatever. Intercambian números de teléfono, arreglan encuentros, se cuentan todo, mutuamente. Llegan a un punto en el que parecieran hermano/as. Se quieren de verdad. A mi me pasó.

No sé, quizás fui solo yo la que la quiso, pero realmente le había tomado mucho aprecio a esa chica. La conocí porque me firmo el fotolog en la epoca en la que ya se estaba dejando de usar pero algunos retovados como ella y como yo, seguíamos en la ola. Rubia, desalineada, rebelde, no le importaba nada ni nadie. Eso quería demostrar, pero era igual a mí. Todo le afectaba, lo que la rodeaba la tocaba hasta lo más profundo de su corazón. Punk rocker, fanática de Green Day y de Flema. Enamorada eternamente de un chico que por lo que me contaba la usaba. Leonina, like me. Llegamos a tomarnos como hermanas gemelas separadas al nacer. Yo estaba de vacaciones en la costa y ella me llamaba al celular porque me extrañaba. No la conocía personalmente hasta el 22 de octubre de 2010 {faltan cuatro meses para el año}, en el mejor recital de mi vida. Toco Green Day en Buenos Aires y yo la conocí a ella. Me habrá llamado cinco veces ese día, más todos los mensajes, porque no nos ubicabamos. Hasta que la vi, de lejos porque ella era una chica vip y yo no, yo estaba en campo. Pero la vi, me saludo, nos gritamos y nos quedo el abrazo pendiente. Fue la primera y la última vez, por lo menos hasta ahora y probablemente para siempre. Lo cierto es que esa chica era mi contención, hablabamos de todo sin verguenza porque no podíamos vernos. Pero cosas que ella no le contaba ni a sus amigas, me las contaba a mi. Y viceversa. Quizás sea porque para nosotras era más difícil hablar y mirar a una persona frente a frente que escribir en una ventana de chat.

Ella fue quien en gran parte se fumo mis historias, mis reclamos, mis enojos, todo. Y no se quejo ni una sola vez. Pero por alguna razón, de un día para el otro nos dejamos de hablar. Hablábamos muy de vez en cuando, poco y nada. Y puras superficialidades. Nada importante. Y probablemente gran parte de la culpa sea mía. Porque yo me puse de novia y entre el colegio, el y mis amigos no tenía tiempo para sentarme y hablar con ella. Y la deje de lado. Deje que la relación se deshiciera, confiando en la solidez que creía que tenía. Ojala alguna vez nos volvamos a encontrar y se pueda rearmar aunque sea un cuarto de la hermosa relación que teníamos. Gracias por tanto Sasha.