A través de internet conocí mucha gente, J. entre ellos. Yo estaba en lo de mi mejor amiga (la del principio, ahora si lo éramos de verdad) de madrugada en la pc, jugando a las cartas, cuando se conecto y le hablo a ella. Entro a chamuyar: bonita, hermosa, que linda que sos bombón. Un boludo, pero era punk y eso me sedujo. El hecho de saber que era considerado un freak para la sociedad me llamó mucho la atención y le pedí a mi amiga que me pase el msn.
Empezamos a hablar esa misma noche, intercambiamos fotologs, y la comunicación siguió por mucho tiempo. A las dos semanas ya nos mandabamos mensajes, estaba enamorado de mí. A mí no me gustaba como para estar con el, no quería hacerlo, no me interesaba, pero estaba sola. No tenía una puta contención. Con mis amigas compartía cosas más que nada superficiales pero porque así lo quería yo. Mis papás no estaban, mis hermanos eran chiquitos, y mis abuelas grandes. Decidí entonces que por lo menos me serviría para hablar cuando este mal. Sí, creo que menos de un mes después ya estaba celosa de sus amigas y organizábamos encuentros que nunca sucedían. Hasta que sucedieron.
Tenía que ir con pollera al colegio, pero no quería que me viera así, y lleve un jean para cambiarme en el contra turno de computación, tenía una hora para estar con el. Llegó, estaba en la esquina esperándome con un amigo. Era como me lo imaginaba pero había algo raro en el, y de hecho era todo tan raro que no podía descifrar que era lo que no me cerraba. Lo hice esperar, no me animaba a llamarlo, a decirle: Acá estoy, soy yo. Se acercó a mí, siguió intentando convencerme de lo hermosa que era y yo seguía negando su proclama.
Las charlas virtuales siguieron, ya comenzaba a sentirlo pesado, pero tenía que aguantar, el me ayudaba cuando estaba triste, me cuidaba, me protegía.
Arreglamos otro día para vernos. Me dejo pagando, después me dijo que se tuvo que quedar a cuidar a su hermanito, nunca supe si era verdad, no sabía nada de el, no podía no creerle si era lo que el me decía. No me enoje, no me movió un pelo el hecho de que lo hiciera. Se me hacía difícil creerlo, pero solo porque pensé que eso solo pasaba en las películas, pero no. Volvió otro día. Yo estaba profundamente peleada con casi todo mi curso, menos con dos amigas. Fue una batalla campal, espantoso lo que viví y vivieron ellas. Resulta que estaban en frente de donde estaba yo con el punk y miraban como sí atrás mío estuviera Di Caprio (él restaba mucho de ser Di Caprio) El hablaba, yo me enrojecía y ellas más lo gozaban. Cuando ya teníamos que despedirnos, (esa vez habíamos tenido dos horas, no había entrado a computación) me pidió un abrazo, pero en lugar de eso, lo bese. El se fue por su lado, yo por el mío. Estaba más pesado que nunca después del beso, ya no se soportaba. Pero más allá de eso, era a el a quien recurría cuando estaba mal por mi mamá.
Y ahora viene lo escabroso. No soy de contarlo, no mucha gente lo sabe y tampoco sé si debería contarlo por acá, pero quien te quita lo bailado.
Hacía frío, estaban en mi casa mis abuelas, mi tía, mis hermanos y mis cinco primas. Era de noche y se me ocurrió hacer un biscochuelo. Lo hice y lo mandé al horno, mi abuela entonces me pidió que vaya a comprar. Fui sola, de noche, pero antes le pedí que vigile la torta. Cuando volví de comprar, el biscochuelo era una roca dura y negra, casi tanto como se estaba volviendo mi cerebro. No aguante, grité muy fuerte. Estaba enojadísima, desesperada. Pero no crean que era por la torta, eso había sido solo la gota que rebalsó el vaso. Estaba mal. Me sentía sola, con todos y con nadie a la vez. Abandonada, no se porque. Me sentía una basura, el colegio para atrás, sin ver a mis viejos no se por cuanto tiempo.
Me encerré en mi cuarto. Agarre el celular y lo llame. La charla fue más o menos así:
Yo: Hola J. Escuchame, estoy mal, necesito hablar con vos.
El: Hola, mira no puedo hablar ahora. Estoy con unos amigos, llamame más tarde.
Yo: Bueno, gracias igual.
Las pelotas, no lo llamaba ni en pedo. Pero eso me puso peor. Se me venía el mundo abajo, ni siquiera estaba el. Miré mi cuello y me vi colgada la media medalla (esas que se compran y se parten y se dividen entre amigos) Era la mitad de un sol así que tenía una punta bastante filosa. Me lo apoye en la muñeca y apreté. Lloraba mucho y tenía miedo de lo que fuera capaz, yo no lo sabía. No me hubiese imaginado nunca en una situación así. Pero por suerte recapacité y me di cuenta de lo que podía hacer, ya todo estaba suficientemente mal como para que yo lo empeorara, así que saque la chapa de mi muñeca.
Tenía que estudiar pero me quede dormida llorando y me desperté por puro instinto al otro día a la hora que tenía que ir al colegio.
Volví a verlo. El mismo día en el que decidí no verlo nunca más. Me había enterado por una amiga suya. Se drogaba, andaba en cosas raras. Era violento, hizo que su ex novia abortara. Y para terminarla se quería levantar a cuanto ser vivo se cruzaba en su camino. Yo había caído ante el, no podía ser cierto. Le expliqué tiempo después el porque de mi distancia, intento desmentir a la chica y hasta se enojo porque yo no le creí a el. No me interesaba nada ya. Lo vi un tiempo después, por casualidad (o quizás no tanta) en una fiesta que hizo mi colegio, el estaba con la chica que me había contado “la verdad”. No me di cuenta de que era el, estaba realmente cambiado.
Ahora de vez en cuando me manda un mensaje, recordándome lo hermosa que soy y lo mucho que me amo, que siempre voy a ser su princesa y que nunca se va a olvidar de mí.
Seguí oscura durante un tiempo más, y después como si nada, desaparecí. Volví a ser lo que se podría considerar una persona. Muchas personas me lo agradecieron y rogaron que ya no vuelva. Desde ese momento, no volví a ser esa emo que veía todo mal. Pero uno nunca sabe, volvió una vez, puede volver otra más.
Ojala que no.
3 comentarios:
Ojala que no vuelva claro que no!
Me alegra saber que no hiciste una locura y que "recapacitaste" en el momento. :/
te mando un beso!
Ai si sabre esa historia. Hoy tuve un día negro, triste y bipolar, que concha que es ser mujer, te amo, & te voy a amar aunque alguna vez te vuelvas a hacer emo. & me tenes que llamar a mi en esos casos corqui!, para eso estan las amigas u.u
Uff que historia tan cielolatinesca (?).
Creo que ese lapso de tiempo en querer aplacar el sufrimiento de turno lastimándote, es el límite que unx se expone. Sabés que no vas a hacer locuras, que no vas a ir más allá, pero llevarte al extremo de la suposición te lleva a tocar fondo y darte cuenta de lo que verdaderamente importa, que es apegarse al amor de los que te rodean. Suena re trillado pero es la posta.
No deja de ser una mierda pero intuyo que sos impulsiva como yo y como tal, sos de esas personas que se necesitan chocar contra la realidad para caer en la cuenta de las cosas. Cada cual funciona a su manera, no?
Me voy, así, verborrágica como me puse jajaj
Saludetes :)
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