Retrocedamos una semana para atrás. El mejor día de toda mi vida.

El día en que me levante 7;30 porque no podía dormir; el día en el que un viaje desde Florencio Varela hasta Costanera Sur me resultó más corto que de acá a Jumbo de Quilmes. Un día donde me encantaba cantar sus canciones a los gritos y que la gente pase por al lado mío y me mire raro. Un día donde eran ellos & nada más. Un día con ellos cuatro. Un día con mucho calor, y después con mucho frío. Un día; el mejor de todos.

Lo único que puedo hacer, lo único que me sale hacer es agradecer. Agradecer, primero que nada a mi papá que a pesar de no estar convencido, dejo que vaya porque sabía que era lo que quería. Después a la mamá de Juli, al papá de Aili y al papá de Gusti, sin ellos no hubiésemos podido ir porque fueron los que se pusieron para llevarnos y traernos; y por último a ellos tres o a ellos cinco contando a Jason & Jason; jaja. A las cinco personas que me sacan de la depresión. A las cinco personas que siempre tienen algo para decirme. A las cinco únicas personas que siempre piensan lo mismo que yo, a ellos cinco que me acompañan desde los diez años. GRACIAS, por hacer de ese Veintidós de Octubre uno de los mejores recuerdos que siempre voy a llevar conmigo, & por hacer que tanta espera (desde Mayo) haya valido la pena.