
Y sus pestañas se quedaron pegadas y el rimmel mojado en sus mejillas. Esa noche descubrió que su príncipe azul en realidad desteñía; intentó cerrar viejas heridas besando sapos y se encerraba en castillos de arena para esconderse de los recuerdos. Entendió que los príncipes solo estaban en los cuentos de hadas y que en la realidad solo existían hombres con antojo de ella.
Ella no era Alicia ni tenía conejos que la apurasen; el tiempo era suyo y aunque existiese algún colectivo que la llevase al ayer, él no la estaría esperando al bajar en la parada. A ella no la despertarían con un beso como a Blancanieves, sino con horarios y rutinas monótonas. En esta historia no había manzanas envenenadas; solo dietas y ataques de ansiedad que la atacaban por las noches. Ese perfume que ayer incendiaba sus sentidos, hoy se volvieron venenos para el corazón. Un veneno con la etiqueta de: TE EXTRAÑO.
1 comentario:
waa me encanto chee
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